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QUÉ HACER Y QUÉ NO EN EL CUIDADO DE LAS ARMADURAS CORPORALES (PARTE II)

Retomando el artículo anterior, hoy continuaremos con la segunda parte de nuestras recomendaciones: Qué hacer y qué no en el cuidado de armaduras corporales. ¡Echa un vistazo!

LIMPIEZA
– Qué hacer: Sigue el procedimiento de la industria general para limpiar paneles de blindaje:
Retira los paneles del portador.

Limpia la cubierta del panel exterior con una esponja húmeda o un paño suave y agua fría.
Seca los paneles al aire en forma plana, evitando que se doblen o arruguen durante el secado.

Inserta los paneles secos nuevamente en el portador con cada golpe de panel o cara de desgaste orientada correctamente.

– Qué no hacer: NO realices cualquiera de las siguientes acciones durante la limpieza:

Lavar en seco, lavar a máquina o secar los paneles de armadura, ya sea en el hogar o comercialmente. Los detergentes, los disolventes de limpieza en seco y el equipo de lavandería pueden dañar o degradar los paneles.

– Utilizar productos químicos distintos a los especificados por el fabricante. La lejía o el almidón, incluso cuando están muy diluidos, pueden reducir el nivel de protección.

– No enjuagues, remojes, sumerjas o rocíes los paneles. Las manchas superficiales, las marcas o la suciedad que queden en la cubierta exterior no deben dañar la integridad del panel.

– No seques los paneles de blindaje blando en el exterior, incluso a la sombra, ya que se sabe que la exposición a la luz ultravioleta causa la degradación de ciertos tipos de materiales balísticos.

– Qué hacer: Sigue el procedimiento de la industria general para limpiar los portadores de paneles balísticos:
Retira las correas y sujetadores desmontables. Si las correas y los sujetadores no se pueden quitar, colócalos en su posición segura.

– Lava a mano el portador en agua fría con un detergente suave para telas delicadas (a menos que el fabricante recomiende específicamente el lavado a máquina).

– Enjuaga bien el transportador y cuélgalo en el interior para que se seque al aire (a menos que el proveedor recomiende el secado a máquina).

ALMACENAMIENTO

– Qué hacer: Almacena la armadura corporal según lo recomendado por el proveedor. Las pautas generales incluyen:
Almacena la armadura plana a temperatura ambiente en un lugar seco y sombreado que minimice la exposición a la luz directa. La armadura se puede colgar de una percha robusta especialmente diseñada para armadura corporal.

Los colgadores de alambre y madera pueden romperse o doblarse bajo su peso. Da la vuelta al chaleco antibalas o ábralo y colóquelo plano para permitir que la humedad se evapore.

– Seca al aire la armadura húmeda antes de guardarla.

– Qué no hacer: No utilices cualquiera de los siguientes métodos de almacenamiento:

Almacenar armaduras en un entorno de bajo flujo de aire, como el fondo de un casillero.

– Almacenar la armadura donde tenga el potencial de estar expuesta a temperaturas extremas (calientes o frías), como el maletero de un vehículo o donde estará expuesta a la luz solar directa (cubierta de la ventana trasera de un vehículo) durante períodos prolongados.

– Colgar la armadura por las correas de transporte, lo que puede hacer que las correas se estiren y pierdan su forma y ajuste originales, lo que hace que la armadura no se mantenga en la posición correcta para brindar la máxima cobertura y protección.

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