MITOS Y VERDADES DE LOS CHALECOS ANTIBALAS
El uso de chalecos blindados no es algo nuevo, pues tanto policías como ejecutivos y políticos los utilizan para su protección. Sin embargo, hay diversos mitos en torno al uso de esta prenda y, a continuación, en PointBlank te presentaremos cuatro de ellos.
✔️’Un chaleco protege contra cualquier tipo de arma de fuego’. Esta idea es errónea, en tanto que la efectividad de la prenda dependerá de su nivel de blindaje, el cual está determinado en la norma americana NIJ-0101.06.
Un chaleco clase III A (sin placa balística adicional), que es el más usado, protege contra arma de fuego corta, por ejemplo. Pero si el elemento va a participar en un operativo, donde estará expuesto a disparos de un AK-47, este nivel de protección es insuficiente. El reto es equipar a los cuerpos de seguridad con un chaleco cuyo nivel de blindaje corresponda al tipo de riesgos a los que están expuestos.
✔️El chaleco protege contra traumas derivados del impacto de una bala. Si bien esta prenda detiene el impacto directo de un proyectil, la energía cinética que se propaga hacia el cuerpo puede romper costillas, lesionar órganos e incluso causar un paro cardiaco.
Por ello es importante que se verifique el nivel de trauma (44 mm es el máximo permitido por la NIJ-0101.06) con el fin de ‘garantizar’ que el chaleco, además de detener el impacto de la bala, absorba la energía, que en ocasiones puede resultar letal.
✔️Tienen un tiempo de vida útil de cinco años. Si bien un chaleco con un tiempo de vida de seis o 10 años podría detener un impacto de bala, no se garantiza que el nivel de trauma sea óptimo, por lo que su uso es riesgoso. Por ello, es recomendable que el chaleco se cambie cada cinco años, independientemente de si se usó o no. Por norma, los fabricantes deben ofrecer una garantía que cubra este periodo de tiempo.
✔️Entre más pesado, mejor. La eficacia de un chaleco blindado no depende de su peso o del grosor del panel, sino de la calidad de los materiales. Y más que ver el tamaño o las dimensiones del chaleco, se debe verificar si el producto está certificado por la norma correspondiente. Incluso, un chaleco muy pesado limita y entorpece los movimientos del portador, por lo que a la hora de elegir uno hay que verificar que éste ajuste bien al cuerpo.
¡En Point Blank estamos siempre de tu lado!